Quantcast
Channel: El Armario de Lula
Viewing all 87 articles
Browse latest View live

Runrunes de transición: Martiniano shoes, tul, pendientazos y birkram yoga

$
0
0

A los runrunes, que es lo que os interesa:

-Martiniano Glove Shoes

Llevan varios años siendo the coolest shoes. Los glove de Martiniano son el éxito inesperado que llevan (aún) todas las guayonas. Y parece que no se cansan de ellos. Estoy segura de que no se hartan porque tienen que ser comodísimos.

Los auténticos Martiniano son carísimos, qué asco. Y las imitaciones de otras tiendas nunca me convencen.



Como los Martiniano no caerán (paso de que cuesten tanta pasta), seguiré con mis Zizi de Repetto que llevo ya desde hace casi 12 años (las voy reponiendo) y quizá me compre por fin los mocasines Michael. Es un zapato que tendría que haber comprado hace mil años y no entiendo por qué todavía no los tengo, porque me gustan un montón.

En charol negro. Si os apetecen y los compráis online, tened en cuenta que conviene pillar medio número más o incluso uno más.




-Sigo obsesionada con los pendientes de clip, pero me resultan muy incómodos. Los pendientes grandes de Zara y esas tiendas no me acaban de gustar, pero estos de Helena Nicolau me encantan.

Nunca llevo bisutería, pero me gusta mucho lo que hace esta chica, es todo muy bonito, nada cursi.

Tiene más modelos, pero yo quiero estos, tan femeninos:





-Top de seda de Sezane

Quiero que llegue ya el verano para ponérmelo. Lo tengo en blanco y sienta genial.

Free the nipples.




-Gafas de sol

Siempre llevo las mismas, unas Rayban Wayfarer B&L de los 80, que me encantan. Pero quizá estoy un poco aburrida de llevar mil años con ellas.

Me gustan las Catherine de Celine, mi duda es si son demasiado Kardashian.




-Tul

Estoy obsesionada con el tul. Necesito tops de tul todo el rato. Los de Cortana son ideales, pero también fuego de caros que son. Qué lástima no ser rica.





Estos de la mexicana Alejandra Quesada molan mucho, no son de seda, pero tienen un punto modernito que puede quedar cool.




-Datura

Este vestido azul marino para este verano. Me encanta el aire noventero que tiene todo lo de Datura.


-Bikram yoga

¿Cómo os lo explicaría yo? ES UNA BARBARIDAD. Sé que el boom fue hace varios años, pero entonces yo pasaba mucho del yoga porque me aburría. Pues bien, estaba tan equivocada que me muero de la rabia de haber perdido tanto tiempo y no haber empezado antes.

Engancha, claro que engancha, porque ves los resultados asombrosamente rápido.

Si te interesa la parte espiritual del yoga, el bikram no es lo tuyo.

Pero si eres superficial y petarda como yo y quieres fliparlo porque bajas rápido (rapidísimo) algún kilito, porque ya jamás estás hinchada y porque de repente eres capaz de doblarte como jamás imaginaste (y ojo que yo llevo mil años haciendo Pilates con máquinas, pero lo de bikram es otra historia)... entonces te gustará y te engancharás como una yonki mala.


¿Vosotras tenéis algún runrún? Contadme.

Besos a todas.

Lula P. 





Salgo del armario

$
0
0
Ahora que estamos confinadas y tengo insomnio me he acordado de esto. Sé que lleva un siglo abandonado, pero bueno, por si acaso, salgo del armario.

Me podéis seguir en IG en @LolaSampedro (y en Twitter).

Si de milagro alguna ve esto, pues decídmelo por DM, porfa, que me pondré muy contenta.

Besos a todas.
Lola

Runrunes confinados

$
0
0
A ver, habéis sido tan guays, me habéis mandado tantos mensajes y TODAS, TODAS sin excepción, me decís que echáis de menos los runrunes. Lo vuestro es muy fuerte, yo aquí queriendo hablaros de Shopenhauer y resulta que sólo os interesan los runrunes.

Así que como habéis sido las mejores lectoras del mundo, a pesar de que no me lo merezco por dejar esto abandonado durante años, he decidido actualizarlo un poquito, sólo con runrunes, que al final es lo único que os interesa.

A mí me sabe un poco mal hablar de trapitos y cremitas con todo lo que está pasando, por eso no me animaba. Pero he decidido que todo está siendo demasiado horrible, demasiado largo, demasiada pesadilla como para encima no poder entreteneros un rato con cosas que, aunque nos diviertan un minuto, todas sabemos que al final nos importan una puta mierda.

Podemos hablar dos minutos de pintalabios, la distracción durará eso, casi nada. Al poco, todo volverá a ser la locura que vivimos desde hace dos meses (son dos? yo ya he perdido la cuenta, todos los días son iguales).

Así que nada, aunque sea solo un rato muy pequeño, espero que podáis desconectar, pero desconectar mucho, eh, no solo un poco. Quiero que desconectéis en modo ameba, con la baba colgando.

1-Levis Ribcage Wide Leg Jeans.

Son demasiado guays. Talle alto, el más alto de Levis. Yo tengo unos azul claro que me compré a mitad de precio en las últimas rebajas y no me los quitaba hasta que llegó la cuarentena (llevo dos meses literalmente en pijama, de eso hablaremos otro día). Ojo, algunos modelos de Ribcage tienen elastano. A mí los vaqueros sólo me gustan 100 % algodón. Lo míos lo son.


Ya que hablamos de vaqueros, os cuento que desde hace años mis favoritos con mucha diferencia son los 501 Skinny 100% algodón, tengo varios y son los que mejor me sientan del mundo. Me parece que están descatalogados, así que cuando se me rompan lloraré. En serio, derramaré lágrimas. 

2-The Attico.

No sé, chicas, yo quiero ser rica sólo para llevar vestidos de Attico todo el rato. Vestidos y corpiños de lentejuelas y minifaldas de plumas.

Últimamente estoy muy obsesionada con el flúor, opino que ese sería una opción cojonuda.


Lo bueno de ser pobre pero tener amigas ricas es que les puedes robar vestidos como ese de rayas de ahí abajo. Creo que me lo he puesto más que su dueña, pero es que me quiere mucho. Y yo a ella más. Me lo pongo y me siento una DIOSA. 

Diosa nivel: extended la alfombra roja a mi paso, por favor os lo pido.


3-Vestido transparente.

Durante este confinamiento he cumplido 41 años y mis amigas me han regalado ese vestido (que sabían que yo quería muy fuerte). Es completamente transparente. Pero mucho, mucho, todo.

Cuando me llegó, llevaba unos días de mierda (como todo el mundo) y fue probármelo y ponerme contenta. Me vine arriba y pasé en solo un minuto por las siguientes fases: 

-Me encanta, me lo pondré con un body negro debajo.
-Buah, es que es demasiado guay, me lo pondré con sujetador y bragas altas negras, venga ahí, arriesgando, Lolita.
-Pero qué coño bragas altas!!! Si mira lo de puta madre que me queda con braguitas y SIN sujetador!!!! Si me lo tengo que poner, me lo pongo con un par, enseñando las tetas, aunque acabe pareciendo La Veneno.


Por cierto, es de Rat And Boa. Y ahí también tienen uno flúor. El mío es de seda, el flúor yo diría que no, ojo ahí, eh.


4-Anillacos.

Nunca llevo anillos, pero hace poco le robé a una amiga uno de Repossi y he decidido que he nacido para llevar todo el rato todos los anillos de Repossi. Todos a la vez, sin medida, hasta dar asco.


5-Botazas.

Hace tanto tiempo que no me compro nada y para hacer estos runrunes he tenido que esforzarme un rato para hacer memoria. Lo digo en serio, he tenido que pensar.

Creo que no os conté aquí las botas de Armani tan guays que me compré. Primero se las vi a una amiga, me obsesioné fatal y las conseguí muy baratas. Son unas cowboy de PUTO TERCIOPELO hasta por encima de la rodilla. Creédme si os digo que cuando las llevo puestas crujo cuando camino.


Son esas, pero en terciopelo, que molan infinitamente más, hacedme caso. 

6-Superga.

El verano pasado me compré unas Superga blancas y estoy contenta con ellas. No sé qué más decir, me gustan, son cómodas y monas, un poco pijas, pero bien van. Yo qué sé, un runrún más.


8-Khol.

Yo lo descubrí hace dos años y es la hostia. Con esto me pasa como con la copa menstrual, no entiendo cómo no lo he utilizado toda la vida.


8-Tratamientos faciales.

Así, en plural, los necesito todos.


Y hasta aquí los runrunes. Espero que os hayan entretenido y no os sintáis muy culpables por ello. No pasa nada, todas sabemos ya lo que hay ahí afuera, el drama humano gigante que nos ha tocado vivir; pero este no es sitio para hablar de las cosas importantes. 

Aquí siempre hemos sido la orquesta del Titanic.

Un beso a todas y gracias por seguir ahí.
Lola








Mis antirunrunes

$
0
0
Tengo un amigo muy hater que dice que yo soy una lover. Supongo que tiene razón, tiendo a hablar de lo que me gusta. Así que hoy voy a escribir de lo que odio, aunque en realidad solo me dé igual.

Tened en cuenta, por favor os lo pido, que este es un post muy personal, son pequeñas manías que tengo. Si a vosotras os gusta algo de lo que pongo ahí abajo, pues me parece muy bien. Cada una es libre de elegir sus runrunes y sus antirunrunes.

1-Las sábanas estampadas. Necesito que la ropa de cama sea lisa, en concreto, blanca. Yo la tengo toda blanca menos unas rosas como ahumadas que me compré en una emergencia que tuve. Para mí hay una diferencia abismal entre dormir en sábanas blancas y unas de color. Admito colores claros como el celeste o el arena, pero aún así, mejor blancas siempre. Como fetiche absurdo os diré que las tengo todas de Bassols (son un poco caras, pero en rebajas valen la pena). Las rosas que os comento son de Zara Home y NO ES LO MISMO. De hecho, mi hija pequeña siempre se queja cuando las pongo, la cabrona dice que pican (y eso que son de algodón percal y no sé qué más, pero la enana nota la diferencia porque es hija de su madre la loca de las sábanas).

1.2-Las camas sin cabezal. No hay nada más triste que un dormitorio con una cama con el colchón pegado a la pared.

1.3-Las camas bajas. Tienen que ser altas, por dios. Vosotras conocéis algún hotel de superlujo que tenga camas bajas? Yo NO.

2-Los vaqueros con elastano. Tengo unos cuantos y no me los pongo nunca, solo unos Levis 501 blancos porque no los encontré sin. Para mí, los vaqueros tienen que ser 100% algodón. Los que llevan elastano dan aspecto "barato" aunque sean caros. Yo me entiendo, pero no me hagáis mucho caso.


3-Los pintalabios de tonos marrones. Si en 1995 no me gustaban, imagináos en 2020.

4-El pelo liso de plancha.

5-Los sujetadores con aros. No suelo llevar, pero cuando llevo, siempre sin aros. Tengo alguno con y las pocas veces que me los pongo me parecen incómodos y me espanta la forma del pecho que me hacen. Esas no son mis tetas.

6-Los tanga. Me parecen una marranada. Para la playa sí llevo una braguita brasileña, pero no concibo llevar un tanga metido en el culo cada día.

7-Aceite facial. No soporto esa sensación en la cara, me muero.

8-La bisutería. Tengo solo un par de cosas y me las pongo muy, muy, muy poco. Tampoco es que lleve joyas porque, aunque me creo rica, soy pobre. Si llevar unos vaqueros elásticos me parece que  me "abarata" el aspecto, ya podéis imaginar lo que  pienso si me pongo un anillo de chuchería.

9-Las casas super ordenadas. El orden excesivo me incomoda. Limpieza sí; orden no. Mi casa es para que vivamos mis hijos y yo, no para que salga en una editorial de AD.

10-Las láminas enmarcadas.

11-Los zapatos con plataforma. Soy alta, si me subo en unos, parezco una drag queen.



12-La ropa de poliester o viscosa.

13-Las flores. Eso lo he heredado de mi madre: me gustan las plantas, las flores me dan igual.

14-Los tíos que te dicen "gracias" después de pegar un polvo.

15-El lino. Ojo con el lino, es muy peligroso.

16-Paulo Coelho (he tenido que buscarlo porque primero escribí Cohelo).

17-La autoayuda.

18-Mr. Wonderful.

19-Las frases aspiracionales. Cuando alguien comparte alguna en RRSS y tengo la mala suerte de leerla, me pongo de muy mala hostia.

20-Las fotos (no profesionales) de comida. No me interesa tu paella, ni tu tortilla de patatas ni tu puto guacamole.

21-El güisqui, aunque me encantaría que me gustara mucho.



22-Charlot. Me pasa como a Borges, nunca me ha hecho ni puta gracia.

23-Las chanclas de plástico. Qué asquito.

24-Cualquier prenda de forro polar.

25-Las mantas de tejido sintético. Tienen que ser de lana, mohair... no sé, las mantas tienen que abrazarte más que darte calor. El plástico nunca abraza.

26-El bronceado. Viviendo en Mallorca es prácticamente imposible estar blanca en verano. El cuerpo no me queda más remedio, por más que me protejo, pillo color en seguida. Pero la cara, no. Eso sí que no. Así que estos meses soy una persona muy ridícula que se pasea con una cabeza blanca colocada en un cuerpo moreno. Es horroroso, pero es lo que hay.

27-Las camisas entalladas. Ni en mujeres ni muchísimo menos en hombres.



28-Los tíos con pantalón pitillo.

29-La gente que cuando escribe, por sistema, cita a grandes escritores o filófosos. Las citas hay que usarlas con moderación y solo si realmente aportan algo que tú eres incapaz de dar al texto. Abusar de ellas denota impostura.

30-Los tíos que te hablan mal de su ex en las primera citas. Ni en las segundas ni en las terceras ni en las cuartas; si me la pones a parir, me estás diciendo más cosas de ti que de ella, melón.

31-La gente que ve mal la promiscuidad femenina. Nunca juzgarán a un hombre promiscuo, pero sí a una mujer. Iros a la mierda, nosotras follamos lo que nos da la gana. Y si puede ser mucho, mejor. Os podéis callar vuestra moralina.

32-El sexo lento. Ññññññ... bueeeeno, de vez en cuando se necesita un gato. Pero por lo general, soy más de acción-reacción.

33-La gente que dice "ni tan mal", "sí o qué", "obvio" y "menuda movida".

34-Que el tío que te gusta te mande emoticonos ridículos por wasap, como el del guiño. ¿Tú quién eres, Espinete?

35-Las mechas. Sorry.

36-Los libros colocados por colores. Creo sinceramente que alguien que hace algo así es capaz de comerse vivo a un bebé ochomesino.

37-Los relojes inteligentes. Madre mía jajaja lo siento, pero NO. No he visto cosa más fea en mi vida.



38-La palabra "novio" me parece horrorosa. Nunca llamé novio a mi ex. Sin embargo, como me casé muy joven, sí decía "marido" constantemente porque me sentía muy punky para mis adentros. Criatura.

39-Las camisetas de grupos de música o cualquier dibujo estampado. De hecho ni siquiera palabras. Tenía una de Ganni que me puse dos veces y ahora ya se la pone mi hija. En la vida hay que avanzar y ese camino hacia adelante conlleva necesariamente tirar esas camisetas (o regalarlas a menores de edad).

40-Los logos de marcas de lujo. Si se ven en el primer vistazo, mal. A no ser que sea un bolso de Chanel.

41-Los bolis caros. Los odio. Una vez me regalaron uno y lo perdí a los dos días porque me daba vergüenza usarlo.

42-La kombucha. A mí me vais a perdonar, pero eso sabe a vómito.

43-El surf.


Y creo que ya está, no recuerdo que odie nada más, aunque seguro que sí.

Un beso a todas.
Lola




Droga dura

Por qué el boxeo NO es el nuevo running

$
0
0

Escribo esto a las tres y cinco de la madrugada del que será el gran combate del siglo XXI. He dudado un poco en si debía o no torturaros con este texto en un blog que se supone de moda. Pero no os preocupéis, porque al final mi intención es hablar de eso, de moda, de las tendencias y el grado supino de ridiculez en el que caemos a veces. Especialmente cuando prejuzgamos.



Me gusta el boxeo. Concretamente, leer de boxeo, más si el escritor o periodista es norteamericano, con permiso del español Manuel Alcántara, elegante y efervescente cronista del noble arte del pugilato.

Ver, no veo tanto. Poco más que algún que otro extracto de combates históricos en Youtube que me han ayudado a entender todo eso un poco mejor.

El de esta noche es el primero que veo en directo. Dejo esto claro desde el principio porque nada más lejos de mi intención que parecer una impostora, de esas personas que cuando hablan de boxeo parece que hayan dado de mamar a Sugar Ray y puesto el chupete a De la Hoya. 



Si voy a ver este combate es, sobre todo, porque soy incapaz de permanecer impasible ante un suceso potencialmente histórico. Si pienso que algo que ocurre o está a punto de ocurrir puede convertirse en hito de nuestra historia, me intereso de forma inmediata por él e intento participar como pueda.

Aunque sólo sea oyendo, viendo y leyendo todas las noticias. 

Aunque sólo sea viendo una pelea entre dos hombres a las cinco de la madrugada.

Ese es el motivo principal, luego hay varios más que se simplifican en una sola sensación: curiosidad.



Me gusta el boxeo. Me gusta leer de boxeo. Mailer hace que me estalle la cabeza de placer y de dolor y frustración. Pagaría'Cincuenta de los grandes'por poder escribir siquiera dos líneas como esas bestias de la literatura universal, como esos osos pardos del periodismo

Sin florituras, directos, bellos (poesía, coño!), con apenas subordinadas, sin circunloquios ni perífrasis verbales. Me gusta leer boxeo porque ellos y ella hacen que parezca fácil lo que se escribe difícil.



Tom King, por dios santo, si lo hubiera escrito algún escritor de ahora que yo me sé habría acabado siendo un viejo hambriento y llorón. O peor aún, cursi.

Y su bistec, un filet mignon.



Soy vanidosa, superficial y esnob, pero me gusta pensar que sé reconocer lo auténtico. Me abrazo sin remilgos a lo pasajero, pero me resisto a creer que soy tan boba como para no distinguir la verdad de lo superfluo.

Un querídisimo amigo, una de mis personas favoritas, me ha dicho hoy (supongo que en un intento de buscarme las cosquillas), "el boxeo es el nuevo running". 

Y no.

El boxeo es un deporte (que no juego, Alcántara mediante) triste, muy triste. Bello, primitivo y descorazonador como pocas cosas en este mundo. 

Pero sobre todo triste. De una tristeza poética y animal, sucia, maloliente y pobre. Por esos los hipsters y modernas nunca podrán ponerlo 'de moda'. Lo intentarán, eso seguro. Ya hemos visto por ahí a alguna guayona haciéndose fotos con los guantes de Everlast. Pero no. Lo que esas caras bonitas hacen nunca puede llamarse boxeo. Si acaso aerobic con guantes (eso que al final yo acabo queriendo hacer una y otra vez).




El boxeo no es un deporte de hipsters y modernas, no. Porque si hay un deporte menos snob y más verdad, ese es el boxeo. Por eso nunca podrá ser el nuevo running, porque cualquiera puede salir a correr pero muy pocos están dispuestos a que les rompan la cara y justo después volver al ataque para que les destrocen la nariz o la ceja. 




El boxeo no es el nuevo running, porque lejos de Las Vegas, el resto de rings está en tristes, lánguidos y pobres gimnasios de barrios periféricos que no se digna a pisar un hipster ni una moderna. Gimnasios mundanos y de lírica decadente, lejos de las calles ecológicas y de sus cafeterías perfectas, acogedoras y tan a la moda. 

El boxeo es flexible y curvo, aunque se practique en un cuadrilátero, y al final, como esta línea que estas leyendo, no necesita adjetivos de más. 




Un beso a todas

Lula P.

 

El runrún del cocodrilo

$
0
0
Este blog tiene las mejores lectoras del mundo. Molan tanto que hasta comentan un post sobre boxeo aunque a muchas el boxeo les importe una soberana mierda.

Gracias a todas las que habéis comentado las entradas anteriores. Para mí lo mejor de esto es reírme un rato cuando os leo. Y a las que estáis ahí sin decir ni pio os digo una cosa: sois unas cabronas, despertad, que si no esto no funciona!

Gracias por comentar hasta cuando el tema os la suda, por seguir este blog durante tantos años (algunas desde  2006, en aquel primer 'armario'), por aportar vuestros propios runrunes y por decirme cosas bonitas que me alegran el día.

Cuando os leo me vengo arriba! Gracias.

Iba a hacer una entrada sobre la gala del Met, pero como queríais un post de runrunes decidí poner sólo unos cuantos comentarios en Twitter.

Así que aquí va vuestro post runrunero. Os lo merecéis coño!

-Polo Lacoste. Sí, esa misma cara de 'eng!' es la que puse yo el otro día cuando me compré el mío. No sé qué parraque me dio, pero entré en la tienda como poseída y cogí uno azul marino. Es de mujer, con lo que queda holgado sin ser oversize. Pensé que con uno de tío parecería Elle Degeneres. Y no es necesario.


Yo jamás he tenido un polo, pero siempre me han gustado los de Lacoste. Son un poco pop, sugieren luz y agua mineral. Y el cocodrilo, claro, que no puede ser más bonito (aunque en mi polo no sea verde ni tenga la lengua roja, es del mismo azul marino).



El mío es con lavado vintage y aún no sé cómo me lo pondré para no parecer una pija rancia. Algo se me ocurrirá. En ese momento pensé en Jackie Kennedy, Allie Mac Graw y Match Point. Ya os contaré si consigo gustarme con él.

-Reebok Classic. No sé qué cojones me pasa. Entre los 501 y esto voy a parecer Letizia Sabater en 'A mediodía, alegría'.

 Lo mío es muy grave, troncas.

 De niña tuve unas blancas que me puse a diario hasta que de tantos agujeros mi madre las tuvo que tirar con nocturnidad y alevosía. Muy fuerte. Un drama.



El otro día encontré exactamente estas por 35 euros y me volví muy loca de (a mediodía!) alegría. Nunca he sido zapatillera, pero ahora entre estas y las Stan Smith voy a parecer la Barbie deportista.

-Equipment Signature sin mangas. Me la regalaron por mi cumpleaños, en blanco, y aunque parezca doñaletiziera os juro que puesta mola tanto que hasta me entran ganas de llorar. Lo importante es comprársela un poco grande. 

Lo sé, no me creéis, pero os lo juro! 

Hacedme caso. Cero Leti.



-Multiple de Nars en Copacabana. Ya sé que todas conocéis este runrún, que no os estoy descubriendo Roma. Hacía años que cruzaba peregrino por mi mente, pero yo no le hacía ni puto caso. No sé porqué. Siempre que leía de los Múltiples pensaba que eso era un rollo repollo.




El pasado enero me entró la parraca (como podéis comprobar soy muy de que me entre la parraca) en el Corte Inglés de Castellana. Era uno de esos días que tienes muchas ganas de gastar dinero porque #tecreesrica pero no sabes en qué, así que me topé con el corner de Nars y sin darme cuenta ya lo estaba pagando.

Y os digo una cosa, es la polla.

La polla nivel Meteoritos de Guerlain. 

Yo no sé si me lo pongo bien, pero me gusta mucho el efecto que me hace. Es muy sutil, ligeramente brillante, te da luz (obvio) y te deja la piel esponjosa. 

Recalco una vez más: es la polla con cebolla.

-Makeup Gia Style. Ya os,lo dije, quiero que vuelva el maquillaje excesivo de los años 80. No me maquillo y cuando lo hago apenas se nota. 

Soy aburrida. Y vosotras también! 

Quiero sombras verdes y azules y naranjas. Y colorete y labios fucsias y hasta dorados. 

Divirtåmonos un poco, joder.



Y hasta aquí hemos llegado.

Ahora os toca a vosotras decir los vuestros.

Un beso a todas

Lula P.



Viewing all 87 articles
Browse latest View live