Nenas, tengo un nuevo objetivo en mi vida. Ya no quiero ser francesa, ni megafrancesa. En pocos días saldré de la crisis de los 35 y eso se merece un cambio drástico, un copazo de realidad. Un atracón de optimismo, coño.
Yo ya no quiero ser francesa. Yo lo que quiero es ser Elsa Pataky.
Me merezco ser Elsa Pataky.
No puedo soportarlo.
Me merezco ser El-sa Pa-ta-ky.
Es muy duro darse cuenta de eso. Es jodido ver que la muy cabrona ha pasado de ser la chacha rechoncha de ‘Al salir de clase’ a la diosa del vestido blanco que es ahora. Mientras tú y yo pasamos por la vida así, rendidas ante la gravedad, Elsa se va cincelando divina entregada al diapasón holiwoodiense.
Me merezco ser Elsa Pataky. Punto.
Y como me lo merezco, voy a empezar convenciéndome muy fuerte de que tengo que dejar de desayunar donuts por la mañana, de que iré al infierno si ceno pasta y de que el chocolate no existe más allá del patio del colegio ni más acá que las mochilas de mi hijos.
Os digo una cosa, hay que ser muy hija de puta para contar que comes esto
Quitando la primera, el resto te hace sentir gorda, sebosa, glotona y colgandera. Y la guayona de Dahne Javich, obviamente, la peor, la más cabrona. A mí me gusta comer, joder.
Eso es comer? Just breath!
Eso es comer? Just breath!
Dahne, ya me caes mal.
Me merezco ser Elsa Pataky.
Elsa se ha convertido en una diosa, pero en una diosa que come. Sano, ecológico y lo que queráis. Pero ese cuerpo se alimenta seguro, no solo respira.
Y se llama Elsa, como en Frozen. Seguro que mi hija me querría más si me llamara Elsa.
Y se llama Elsa, como en Frozen. Seguro que mi hija me querría más si me llamara Elsa.
Merezco tener toda la mañana para hacer ejercicio con entrenador personal.
Merezco desayunar zumos verdes ecológicos.
Merezco tener el culo prieto, los brazos contorneados.
Merezco esa clavícula, coño.
Merezco ir a mi facialista cada dos meses.
Sí, nenas, porque yo tengo facialista. Me encanta tener facialista. Me fascina la palabra facialista y la digo todo el rato.
Voy cuando puedo pagarla y últimamente lo que hago es comprarme cero ropa y visitarla más a menudo. Más allá de las limpiezas de cutis con florines y peelings químicos, a mí lo que me tiene loca es la luzpulsada intensa para borrar las marcas en la cara. Mortal. Voy a contar un poco más este punto y así os creo un nuevo runrún.
Un auténtico y caro runrún.
Os jodéis.
La IPL intensa elimina las marcas que tienes en la cara siempre que no sean melasmas. En mi caso es milagroso porque mi piel hiperpigmenta alarmantemente con cualquier granito y herida que me haga. Una vez cura, el rosa se vuelve marrón oscuro casi negro y tarda un año o así en desaparecer. Un drama muy grande.
Con el láser (no os despistéis, en lugar de decir luz pulsada intensa, digo láser) esas marcas se vuelven una costra muy fina que se cae a los pocos días y con ello la marca desaparece por completo. Además, la creación de colágeno se activa, con lo que a la semana mi cara tiene más luz que una supernova.
Ese cutis grita IPL:
Lo malo es que engancha. Engancha de mala manera y cuando mi cara se descontrola y me sale algún granito ya estoy pensando, joder, tengo que ir a la facialista!!!! Y claro, me arruino mucho.
En la mía cada sesión cuesta 250 euros. Es mucho dinero, pero nenas, no me compro ni bragas y ya está.
Me merezco ser Elsa Pataky, os lo digo de verdá.
Por ahora he vuelto al Pilates con máquinas, que es lo mío, lo único que no me aburre. Probé el yoga y me duermo, además de que no soporto que todo el mundo respire tan profundamente que parezca que me quieran robar todo el oxígeno que hay en la sala. Con eso no me puedo concentrar, les oigo respirar como si no hubiera un mañana y me entra la angustia de la muerte.
Yo prefiero el Pilates, subirme en esas máquinas del demonio y creerme Nadia Comaneci.
Y luego está el TRX, que hago una vez a la semana.
Me merezco ser Elsa Pataky y hacer Pilates y TRX todos los días. Y luego llorar, porque yo cuando hago TRX siento unas ganas irrefrenables de llorar.
Y quiero hacer boxeo. Os lo he dicho? Llevo un año queriendo.
¿He dicho que me aburre el yoga? Sí, me aburre, pero no me doy por vencida. Soy una tía que mola, perseverante, y vivo en una casa donde la gente respira con tranquilidad y llena de plantas que crean un ambiente lleno de oxígeno, así que he comprado el DVD de Nadia Narain para practicarlo en mi salón con mi hija de 5 años, que se pirra con el yoga que les enseña su profe después del patio.
Dicen que Nadia Narain es la mejor y que ese DVD mola todo, así que ya os contaré qué tal me va.
Merezco ser Elsa Pataky y hacer yoga todos los días en la playa de Malibú.
Ahora solo tengo que empezar a creerlo.
Un beso a todas.
Pd: Amo a Jax.
Pd2. Post dedicado a las dos hijas de Lady Peterson.