Quantcast
Channel: El Armario de Lula
Viewing all articles
Browse latest Browse all 87

Cuatro meses pasado de moda

$
0
0

Soy muy fan del concepto 'pasado de moda'. Decirlo en 2012 es tan esnob como llevar un Trolex y tan pueril como decir "fui a Zara y ME HICE con cuatro vestidos" en lugar de utilizar el bonito, sencillo, directo y práctico verbo COMPRAR.



Hoy una chaqueta es capaz de pasarse de moda en una semana y algunos zapatos apenas lo están un cuarto hora. Ahora lo que queremos es llevar lo que dentro de un año estará de moda para poder decir entonces que para ti ya está demodé (soy fan del concepto demodé, tan pasado de moda, tan ochentero, tan de pelo frito).

Yo acabo de decidir que me gusta lo pasado de moda, que mola picomil llevar los botines que compraste hace tres años, que las blusas de seda de 2005 te siguen pareciendo de puta madre y que no cambiarías tu chupa de cuero 2006 por ninguna de las de ahora, ninque las lleve Kate Moss ninque te quieran hacer creer que las ha pensado Margiela. Puaj.

Me mola mi armario pasado de moda.



Qué coño, ahora lo chic es estar pasada de moda. Y punto. Estar al día y llevar "lo que se lleva" es una ordinariez.

Sin embargo, hubo un tiempo en que ese concepto de 'pasado de moda' fue maravilloso, un tiempo en que sí quería decir algo. Marcaba una categoría de persona, un tipo de hombre o de mujer, definía a la sociedad. En los años 20 y 30 y hasta 40, podías hablar de un vestido dos meses pasado de moda, de un tocado medio año pasado de moda... Eran rasgos definitorios de las personas. Un hombre que llevaba un abrigo de cashmere hecho a medida, una mujer con dos piezas de seda que se sentía terriblemente incómoda dentro de ese vestido cuatro meses pasado de moda... una joven con un sombrerito a la última traído de París.



Durante esos años, la ropa significaba algo. La moda ordenaba el caos.

Hace unas semanas leí un libro que no recomiendo pero que me entretuvo bastante, la primera novela de Amor Towles, 'Normas de cortesía', que compré en un aeropuerto sólo porque me gustó que un hombre se llamara Amor.

'Normas de cortesía' es un libro que está lleno de carencias, que sólo a ratos es auténtica literatura y que se pierde en la descripción. Sin embargo, entretiene de verdad y tiene conatos interesantes como la libertad que regala la música jazz y este que os digo de perfilar personajes por su ropa y por sus maneras.

Habla de la vacuidad del aspecto, que aunque no quiere decir nada sí se puede utilizar como arma embaucadora.



Ahora tener un Rolex no te abre las puertas a un club privado y llevar un MMM de HM solo te convierte en alguien capaz de pagar 300 euros por algo de HM.



Así que rediós, viva lo pasado de moda!!!!!!

Esa es mi nueva religión y pienso ser tan adepta, tan adepta, tan adepta que hasta me la podréis oler.

Cuatro años después de verlo aquí y luego aquí y luego aquí y luego por todo en plan, Lula por dios, tienes que probarlo, tú que no soportas el perfume, que no has usado jamás porque los olores te provocan jaquecas (jaqueca... qué palabra maravillosamente femenina).

... pruébalo, pruébalo...

Y por fin lo probé y estoy obsesionada y he decidido que ese es el olor de mi vida.

Porque misteriosamente no me duele la cabeza, a pesar de estar taaaaaaaaan irremediablemente pasado de moda.

Será porque es un olor que recuerda a esa época en la que llevar ropa pasada de moda o ir a la última podía cambiar tu vida.

Un beso a todas


Lula P.

(Fotografías de Walker Evans, 'Subway Portraits')

Viewing all articles
Browse latest Browse all 87

Trending Articles