Quiero estas botas de forma URGENTE.
Mis Ugg tienen casi ocho años y ya están demasiado agujereadas. De hecho, mis Ugg son las campeonas de las Ugg porque además durante estos casi ocho años han aguantado mis dos enormes embarazos, nieves, lluvias...
Yo quiero mucho a mis Ugg hasta agujereadísimas como están, si no fuera por el pequeño problema de que por ahí pasa el aire frío. Las coso de vez en cuando, pero creo que ya tengo que empezar a asumir que mis Ugg están en su definitiva recta final.
Y paso de comprarme otras iguales.
Yo quiero estas que lleva esa madre tan cool. No sé de dónde las ha sacado, pero hay que averiguarlo porque las quiero, las quiero y las quiero.
Quiero más cosas, claro. Muchas más.
Quiero una vajilla de porcelana de bohemia, blanca con el filo dorado.
Quiero llenar mi mesa de un montón de copas diferentes de Gordiola. Oh, Gordiola, ese maravilloso cristal soplado mallorquín (momento Raíces ON... quería hacer un post de Raíces sobre Gordiola pero lo voy retrasando porque soy muy vaga).
Quiero comprar copas y vasos y jarrones y fruteros y todo de Gordiola. Quiero poner todas las copas del mundo en la mesa, todas diferentes, de distintos colores, mezclar las grandes, las pequeñas, las de champán... todo eso con la vajilla de porcelana de bohemia y alguna fuente de La Cartuja.
Pie de foto: Estas tan bonitas se las regalamos a mi amiga R. por su último cumpleaños. Ya le he dicho que ahora ella tiene que comprarse al menos seis más, porque copas de Gordiola hay que tener muchas. Y punto.
Y luego quiero tomar el café en unas tazas de Sargadelos.
Todo eso quiero, madre mía.
También quiero, como ya he dicho muchas veces, un bolso bandolera pequeño poruqe no aguanto más los bolsos al hombro. Los grandes los cargo tanto que me he hecho una lesión (horrible que me duele muchísimo, por cierto).
Necesito uno pequeño en el que no poder meter nada. La pochette de LV con una correa larga me gusta mucho, mucho. De hecho la quiero, la quiero y la quiero (la monogram, para más señas).
También quiero llevar en el cuello más de una cadenita o gargantilla dorada fina. Llevar dos o tres o cuatro. Pero tienen que ser finísimas, doradísimas y como francesísimas. Una ya no me basta.
La foto es de La Morenita, una chica mallorquina muy guapa que se llama Alma López y que hace esas cosas tan bonitas. Si habéis visto los abanicos joya que todas sacan en Hola! todos los veranos... son de ella.
Sí, quiero todo eso aunque al final no vaya a tener nada porque últimamente además de pobre me he vuelto megatacañona.
Y quiero calcetines de lana merino y angora y cashmere, buenos y finos, que calienten mucho o muchísimo, poruqe son tan difíciles de encontrar y los que tengo están ya para el arrastre, casi como las campeonas de mis Ugg.
También quiero la paz en el mundo y que se acabe la crisis.
He dicho.
Un beso a todas.
Lula P.